NCG N° 461 y auditoras: Un nuevo desafío que implica llevar las buenas prácticas en ESG .....

El pasado mes de noviembre la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) emitió la Norma de Carácter General N° 461, una regulación que con toda certeza afectará significativamente la preparación de los estados financieros y memorias anuales de las distintas compañías, alineando estos procesos con las tendencias que actualmente dominan los mercados en materia de sostenibilidad y gobiernos corporativos. De hecho, estas últimas son las temáticas que el regulador se preocupó de incorporar como obligación de informar a partir de 2022 por parte de las entidades que se encuentran bajo su supervisión, como bancos, compañías de seguros, emisores de valores de oferta pública, administradoras generales de fondos y bolsas de valores.

El objetivo de la normativa es que las empresas reporten sus políticas, prácticas y metas adoptadas en cuestiones medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG), generándose un nuevo estándar para la futura estructura de las memorias anuales.

Para las firmas como Grant Thornton, inscritas en el registro de empresas de Auditoría Externa de la CMF, esta norma conlleva que deberán comenzar a auditar un tipo de información que previamente no estaba entre las materias a revisar.

“Esto implica un desafío, ya que las empresas auditoras tendremos que preparar y reforzar nuestros equipos especialistas en materia de ESG”, señala Alejandro Cerda, socio líder de Auditoría en Grant Thornton Chile.

Un desafío no menor para las firmas de auditoría que involucra una nueva responsabilidad, considerando que toda esta nueva información a revelar en los Estados Financieros de las compañías será analizada y utilizada por los inversionistas - y el público en general-, particularmente al momento de elegir alternativas de inversión, para asegurar que estas cumplen con los estándares actuales sobre la materia y coinciden con sus intereses.

Una práctica que se debería masificar

Sin embargo, en la actualidad esta Norma exige solo a las empresas reguladas por la CMF presentar sus políticas, prácticas y metas respecto a sustentabilidad, lo que significa que la enorme mayoría de las organizaciones no están obligadas a aplicar este tipo de buenas prácticas en las revelaciones en notas a sus estados financieros.

Por ello, Alejandro Cerda afirma que los auditores tienen un rol adicional que cumplir, incentivando a que las entidades no reguladas de tamaño grande, mediano y pequeño, también, adopten estos criterios que, en definitiva, redundarán en beneficios para las comunidades y la sociedad en general, quienes premian a las empresas que actúan de manera sustentable con una mejor reputación y, posiblemente, mayores ventas.

“Hay que entender que esto llegó para quedarse, nuestra sociedad está exigiendo que las organizaciones se preocupen del medio ambiente, los aspectos sociales y la gobernanza. Por eso, en Grant Thornton estamos convencidos de que estos temas deben estar presentes también en todas las empresas. No nos extrañaría que en el futuro, a todas las empresas que no estén en línea con la lógica y los criterios ESG les sea más difícil acceder a nuevos inversionistas y a las distintas fuentes de financiamiento”, señala Alejandro.

Además, para aquellos emprendedores y start-up que estén pensando consolidar y potenciar sus negocios con el fin de, eventualmente, venderlo ante una buena oferta de compra, seguramente les será más fácil si la empresa cumple con los estándares ESG, lo que será verificado en los futuros procesos M&A.

Frente a este nuevo desafío, Grant Thornton posee los recursos, la preparación y los profesionales necesarios para apoyar a sus clientes y al mercado en general en el cumplimiento con los estándares que desde 2022 serán exigidos por el regulador.