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Refinacimiento empresarial

Conoce algunas claves para un proceso exitoso

 

El financiamiento es un elemento vital para el éxito de cualquier empresa. Es clave para crecer, elevar la productividad e innovar.

Sin embargo, exige llevar a cabo una gestión eficaz de las finanzas de la compañía, lo que incluye, por una parte, evitar el riesgo de incumplir los compromisos adquiridos con acreedores, y por otra, estar atentos a la existencia de condiciones crediticias favorables en el mercado financiero. En dichas coyunturas, el refinanciamiento se convierte en una herramienta muy útil para proteger la salud financiera de una organización.

Lo importante es anticiparse y conocer las fortalezas y debilidades de la empresa con respecto de sus niveles de endeudamiento y su relación con el valor de los activos en los cuales se ha invertido. Para ello, es necesario efectuar un seguimiento en detalle de las ventas, comportamiento del mercado y la situación de los clientes, para estar en condiciones de prever potenciales situaciones adversas y ajustar los planes de pago a la capacidad real que tenga la compañía.

Buscando solvencia y liquidez

La empresa será solvente mientras el valor de su deuda sea inferior al valor de mercado de sus activos. Cambios en precios financieros claves pueden poner en riesgo la solvencia de la empresa. Hay herramientas de gestión de riesgo financiero que pueden usarse para preservar la solvencia de la empresa. Pero la solvencia no basta para asegurar que la empresa esté libre de dificultades financieras. El foco es lograr que la empresa tenga suficiente liquidez para hacer frente a sus obligaciones y, si es posible, mejorar sus condiciones crediticias. Esto puede implicar un proceso de renegociación con los acreedores o tenedores de bonos, que no estará exento de gastos e incertidumbre. En muchas oportunidades basta con modificar los plazos de vencimiento para disminuir la cuota mensual, mientras en otras ocasiones se hace necesario realizar una reestructuración mayor, tendiente a definir un calendario de pagos más alineado con la capacidad de generación de caja de la firma.

Cualquier sea la circunstancia, es recomendable tomar en cuenta puntos como los indicados a continuación:

  • Tratar de seguir operando con la misma entidad financiera con la que se trabaja habitualmente, dado que ella conoce el historial crediticio de la compañía y la evolución de su negocio. 

  • Pero contar con fuentes alternativas de financiamiento mejora la posición negociadora de la empresa, y en caso de no lograr un acuerdo satisfactorio, permite optar por una mejor alternativa.

  • Al refinanciar es bueno evitar la tentación de tomar nueva deuda, a menos que la empresa tenga nuevos proyectos cuya rentabilidad esperada supere el costo de capital de la empresa.

  • Tener claro el objetivo principal: ¿postergar los vencimientos, obtener liquidez, obtener mejores condiciones respecto a las actuales, consolidar deuda?

  • Analizar muy bien las condiciones en cuanto a tasas de interés y plazos de pago, y otras condiciones del refinanciamiento (garantías, cláusulas) para que se adecúen a las necesidades de la empresa.

  • Complementar el refinanciamiento con un plan estratégico enfocado en expandir el negocio y eliminar todo tipo de ineficiencias productivas y de gestión.

  • Contratar una asesoría especializada, que haga un estudio profundo de cómo se gestiona la empresa y evalúe sus necesidades financieras de corto y a largo plazo. 

  • En ocasiones puede ser necesario contar con una asesoría de valoración de la empresa, o de algunos activos de la empresa, como parte del proceso de refinancimiento.

Tenga presente que una operación de refinanciamiento es un camino largo y complejo, que requiere una práctica liderada por expertos en la materia. El área de Finanzas Corporativas de Grant Thornton Chile cuenta con un equipo de profesionales de alto nivel que puede ser la solución en ese sentido.

¡Ven a conocernos!