Columna - Consultoría Financiera

Startups: Tres claves para mejorar la información financiero-contable y mejorar tu posición frente a un M&A

Eugenio Poblete
Por:
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En el último año ha sido notorio el dinamismo que se observa en Chile en cuanto a compra y venta de empresas, especialmente entre las denominadas startups (aunque también hay mucha actividad en el rubro TI, y en empresas ligadas al sector agrícola, energía e infraestructuras, entre otras).

Sin embargo, para que este fenómeno tenga bases más firmes y las partes interesadas hagan, en definitiva, un buen negocio, es imprescindible que quienes quieran que su emprendimiento crezca o que muestren vocación de venta lleven a cabo un manejo más prolijo de sus estados de resultados.

Como ya se ha hecho notar, entre las startups y las pyme suelen observarse balances pobres, con escasa información económica-financiera. La excusa de que “sólo somos una startup”, o “apenas somos una pyme”, muy habitual, no es válida en un mundo que a diario demuestra que en cualquier minuto un negocio exitoso puede convertirse en el target de otra compañía con planes de expansión.

Este es un paso que depende, primero, de la voluntad de hacerlo y, ya tomada la decisión, de comenzar a internalizar prácticas que cualquier empresa debe considerar, incluyendo a las startups, sobre todo si empiezan a ser atractivas para un potencial inversionista. Las claves en tal sentido con:

1. La calidad de la información

Resulta vital que en una venta de activos, llegada la etapa del due diligence, toda la información haya sido previamente organizada de acuerdo con los distintos aspectos que, generalmente, se deben analizar: comerciales, financieros/contables, tributarios, laborales y legales.

Para que ello ocurra siempre hay que considerar que todo negocio debe gestionarse de manera prolija, incluyendo la información que va generando a lo largo de los años. Un indicativo de que las cosas se han hecho bien en ese sentido es una contabilidad que calza perfectamente con la línea final… algo que no siempre ocurre, ocasionando que durante los due diligence a menudo se pierda mucho tiempo atendiendo consultas que deberían haber sido respondidas ex ante.

Cuando la calidad de la información es buena, se crea un alto grado de confianza de cara entre los inversionistas y, al mismo tiempo, ayuda a que los requerimientos sobre datos históricos del negocio fluyan sin obstáculos, facilitando la transacción. De no ser así, los tiempos definidos para el proceso se verán ralentizados, y esta falta de agilidad por quien vende un activo puede provocar incertidumbre en el comprador y, eventualmente, impactar el precio de la transacción, o incluso llevarla al fracaso.

2. La trazabilidad

Las distintas fuentes utilizadas para efectos de monitorear el desempeño del negocio deben ser consistentes entre sí. Sin embargo, en las startups regularmente ocurre que la información financiera presenta discrepancias con lo reportado en el balance anual, lo que puede afectar la determinación de las métricas relevantes que influyen en el precio de una venta (por ejemplo, el EBITDA reportado).

En ocasiones, las empresas olvidan sumar ítems relevantes( como cuentas por cobrar o por pagar, los inventarios) que, en términos simples, determinan la posición de capital de trabajo de la compañía y deben sustentarse en información contable que permita visualizar su composición en cuanto a clientes, proveedores, antigüedad del stock, entre otras variables.

El remedio es simple: preocuparse de efectuar una conciliación entre las fuentes de información, contribuyendo a explicar y consensuar cualquier discrepancia que pueda surgir entre las partes durante el due diligence. Asimismo, la posición de caja y deuda debe estar siempre monitoreada, para mantener a la vista en qué será utilizada, los vencimientos y eventuales restricciones.

3. Evitar asimetrías entre las partes

Frecuentemente, las startups y pymes carecen de conocimientos específicos sobre aspectos transaccionales de índole financiero y contable, pero cuando enfrentan un M&A, se encuentran con un comprador que sí posee dichos conocimientos.

Es importante recordar, por ejemplo, que el precio del activo habitualmente se determina sobre la base de un múltiplo de EBITDA que puede verse impactado por la posición de capital de trabajo y de deuda. Un ojo experto detectará cuando no existe un manejo correcto de este factor.

Asimetrías de este tipo ciertamente pueden llegar a complicar la materialización de una transacción, causando malos entendidos o interpretaciones erradas sobre la composición de las métricas de la empresa que pueden impactar el precio en detrimento, sobre todo, de la parte vendedora.